Una nueva movida surgió desde la inquietud por seguir
comunicando el mundo del vino. En ésta oportunidad los blogueros que integramos
“Argentina Wine Bloggers”
desarrollaremos diferentes notas bajo el hashtag #QueSeCepa
Para tal fin, elegí investigar y contarles un poco sobre una
de las cepas que me cautivaron desde que la probé por primera vez, el Tannat.
Varietal emblema de nuestro vecino país Uruguay, el Tannat
tiene su origen en Francia, más precisamente en Madiran e Irouléguy, en el
sudoeste del viejo país, región donde se expresa con vinos soberbios.
La historia del Tannat en Argentina se remonta a mediados del
1800 más o menos, fecha en la que ingresaron las vides al país, antes de que se
desatase la plaga de filoxera en Europa arrasando con la viticultura del viejo
mundo; y fue en Concordia, provincia de Entre Ríos donde se plantó por primera
vez traída por el inmigrante vasco Juan Jáuregui. Como dato importante cabe
destacar que Jáugueri le regaló 14 estacas a Pascual Harriegue, y fue éste
quien llevó esos sarmientos a la provincia de Salto, norte de Uruguay dando
inicio a la rica historia de la cepa en
el vecina República Oriental.
Además se cultiva en Bolivia, Perú y Brasil con muy
pocas hectáreas.
En Argentina hay 1.100 Hectáreas plantadas y en
el Valle Calchaquí hay 150 que es el 13,6% del Tannat de Argentina.
El Tannat Argentino
Quiero decir que ésta nota será exclusivamente sobre el
desarrollo y adaptación de la variedad en nuestro país y más precisamente en el
NOA Argentino que es donde tengo más conocimiento del mismo. Lamentablemente no
me siento capacitado para opinar y explicar sobre el gran Tannat Uruguayo y de
hacerlo creo que sería faltarle al respeto de algún modo.
El Tannat Argentino recibe en casi
todo el territorio una buena insolación, en Mendoza tenemos altitudes de 700 a
1300 mts y eso ya marca la característica particular que nos dará el vino. Siendo
ésta región más fría que el Valle Calchaquí, el Tannat cuyano es más fresco y
verde que su primo.
En cambio alturas por encima de
los 1700 mts y clima un poco más cálido entregan un tannat más complejo y
especiado, particularmente de especias secas y sus aromas presentan una mayor
diversidad de aromas compotados, pasificados y de confitura de frutos rojos.
Pero es en su tanicidad y astringencia donde muestra sus principales
diferencias, éste es mucho más fácil de beber, menos astringente, mantiene una
buena potencia en boca y hasta una gran complejidad
Características
ampelográficas
El Tannat tiene hojas medianas,
muy ampolladas, de color verde oscuro en primavera y verano, que en otoño
adquieren tonalidades marcadamente rojizas. Es una variedad bastante vigorosa,
por lo que se recomienda utilizar una poda larga; debe conducirse en
espalderas, aunque en el Valle Calchaquí se encuentra muchas veces en parrales
con singular éxito de maduración. Si el terroir no presenta una alta
insolación, es recomendable hacer un deshoje alrededor del racimo. Es de
brotación precoz y maduración media. Es relativamente sensible a la podredumbre
gris.
Los racimos son grandes, compactos,
cilíndricos, a veces con dos alerones y con pedúnculo largo, pero las bayas son
más bien pequeñas y medianas, de forma esférica, agrupadas en un racimo no muy
apretado. Su piel es gruesa, de color violáceo muy oscuro.
Produce un vino muy intenso en color y
particularmente tánico. Incluso
muchos autores coinciden en que su nombre proviene de la tanicidad tan fuerte
de sus vinos.
Para saber más del Tannat del
Valle, consulté a referentes de la zona, y siempre cordiales y atentos a colaborar
destacaron lo siguiente:
Es
una variedad productiva, de maduración bastante irregular en donde podemos
encontrar racimos totalmente enverados y otros parcialmente enverados en una
misma planta, por lo tanto la maduración es un poco despareja.
Los
vinos son de mucho color con una densidad elevada, en la paleta aromática van
desde los aromas a caucho, tinta china hasta las características frutales como
la mora o frambuesa, con algunos destellos de chocolate, en boca (dependiendo
la elaboración y la maduración) son de una carga tánica importante, son amplios
con mucho volumen. Nos cuenta Claudio Maza, enólogo de bodega El
Esteco.
Algo muy en común con la opinión
de Francisco “Paco” Puga, quien hoy
está al frente de bodega El Porvenir de Cafayate, que nos dice… Es una variedad de color, aromas y estructura firme,
esto se da básicamente por la cantidad y tamaño de las semillas por grano de
uva y también por su alta acidez que junto con los taninos nos hacen percibir
una estructura significativa.
Mi primer contacto con los vinos de ésta
cepa tuvieron lugar no hace mucho tiempo, apenas unos años, teniendo en cuenta
que los vinos de esa zona datan de mucho antes, y miren en que manos caí, las
del Sr. Tannat, don Mariano Quiroga Adamo, quien se identificó tanto con ésta
variedad que se tatuó la palabra “Tannat” en el brazo cual si fuera su hijo
pródigo.
Por aquel entonces, la cosecha que me
enamoró fue la 2011 del Laborum de bodega El Porvenir de Cafayate, donde
Mariano estaba como enólogo en ese momento. Recuerdo que esa cosecha salió
premiada en el “Seis Naciones” que se organiza en Australia.
Cito mi contacto con éstos vinos porque la
nueva enología, la juventud y la evolución en los gustos de las personas han
hecho que el Tannat vaya “domándose”, si le cabe el término, y cambiar hacia
vinos más bebibles y no tan potentes.
Es que se decía que había que ser hombre
para tomarse un Tannat salteño; eran vinos de teñir los dientes fácilmente.
No sé si aún quedan bodegas que elaboren el Tannat
a la vieja usanza, pero agradezco que gente nueva y joven como dije
anteriormente estén sacando tan excelentes vinos de ésta variedad.
Trabajos
de campo y bodega
Ahora… como se maneja el Tannat en el campo
y la bodega? Para Paco: La
madurez es lenta y la última que se suele cosechar en el Valle, esto es como
dije esperando que baje su alto contenido en ácidos y sus taninos tan firmes.
Como cualquier variedad se le trabaja la canopia para lograr el equilibrio con
los kilos de uva y sobre todo es muy sensible a la sequía.
Luego en bodega es una variedad difícil de
domar, hay que tratarla con mucha suavidad, remontajes suaves y tratar de
extraer las semillas para que no se cargue de muchos taninos agresivos.
No se suelen hacer largas maceraciones.
Muy similar a los trabajos que realiza Claudio en las fincas del Esteco la clave está en manejar la
carga de uva debido a esta maduración un poco despareja, el riego es
fundamental en el manejo equilibrado de la planta y que pueda madurar bien ya
que es casi o la última variedad en madurar en el valle. Los trabajos de
desbrote son fundamentales para que la exposición solar tenga incidencia sobra
las uvas.
Por su parte,
Rafael Domingo de bodega Domingo Molina sostiene… Nosotros tenemos el tannat en parral y también en espaldero alto. En los
dos sistemas de conducción anda bien, solo hay que trabajarlo correctamente. Es
una variedad que para lograr calidad, trabajamos bastante en la poda para tener
una carga uniforme, y también en los desbrotes y raleos. Estos últimos se
deciden de acuerdo al año y la carga de racimos que tenga en esa campaña. En
cuanto a la cosecha, normalmente es una de las últimas variedades que
cosechamos, junto al Petit Verdot, pero por supuesto esto se decide con
degustación de granos, porque una de las cosas que más buscamos es no tener
taninos que estén verdes.
En la bodega, somos muy
cuidadosos de no sobre extraerlo de más. Se complementa mucho la degustación a
medida que avanza la fermentación para no “pasarnos de rosca”, ya que podemos
correr el riesgo de tener vinos muy duros y pesados. A mi parecer, hay que
lograr un tannat que tenga todas las cualidades de la cepa pero sin exagerar
los taninos ni la concentración. Creo que se pueden lograr grandes vinos de
esta cepa con o sin madera.
La cata del vino procedente del Tannat:
A la vista: De color rojo intenso a rubí oscuro, algunas veces
granates oscuros, puede variar de opaco
a brillante.
En nariz: Potente, con aromas de moras, casis, cereza negra, caucho, tinta china, con algunos destellos de
chocolate, que anuncian interesantes maridajes.
En boca: Tiene mucha presencia en boca, la colma de manera persistente y con
excelente y abundante final. Sus taninos son firmes y marcados, y superan en
intensidad a los de la Cabernet Sauvignon. Ácido y astringente si es joven, se suaviza envejeciendo.
El roble y el Tannat: Este vino tiene que ser criado en barricas de roble
para perder su acidez y astringencia. De ésta manera el Tannat encuentra en el
roble un gran aliado para brindar grandes vinos. Aunque hay ejemplares de vinos
jóvenes sin paso por madera que son realmente destacados.
Maridaje del Tannat: Los vinos jóvenes van de maravillas con asados, quesos
semiduros y fiambres de ciervo o jabalí, mientras que para estas últimas carnes,
en forma más natural, los Tannat que tengan el aporte del roble maridarán
increíblemente. Otras combinaciones que quedan muy bien son con risotto de
hongos, cordero y carnes de larga cocción en guisados o braseados.
Potencial del Tannat
para vinos Premium
Sin dudas que para lograr vinos de excelencia hace falta una
serie de factores que en conjunto se unen para tal fin. El clima, el suelo y el
factor humano en todo sentido. Pero lo más importante es tener la variedad de
uva que pueda tomar todo eso y con su calidad brindarnos lo mejor, y en ese
sentido… ¿Es el Tannat la uva para lograr el cometido?
Particularmente creo que sí, más aún si es del Valle
Calchaquí donde creo que encontró su lugar en el mundo.
El potencial es
enorme dentro del valle, hay que darle la importancia desde el viñedo para
lograr cosas superlativas, era un vino que su usaba para realizar corte por que
aportaba esa estructura para que los vinos sean más longevos y hace unos
cuantos años ya están saliendo como varietal. Creo que con el Cabernet son las
variedades con más futuro dentro del Valle Calchaquí… Claudio Maza
Cuanta verdad tiene Claudio al decir que el Cabernet es uno
de los elegidos, postura que apoyo plenamente, pero ahí nomás el Tannat se erige
como la gran vedette del NOA. Suele ser
una variedad para lograr grandes vinos, su buena acidez la beneficia pero sus
taninos lo perjudican, pero le tengo una fe bárbara… Paco Puga
Algo más tajante y sencilla es la opinión de “Rafa” Domingo… ¿Potencial de calidad? ¡¡TODO!! El potencial para lograr vinos Premium es
tremendo, y en el valle Calchaquí estamos trabajando para lograrlo, y creo que
dentro de poco se verán resultados.
Como recomendación, no pueden dejar de probar éstos Tannat :
Laborum Single Vineyard
“El Retiro” Tannat
Sin dudas mi recomendado N°1. Mi primer contacto con éste
vino fué con la cosecha 2011 y estando con su hacedor, Mariano Quiroga. Recuerdo que probé también el Malbec y el Syrah,
pero el distinto fue el Tannat.
Un elixir que nace de los más viejos parrales de la finca El
Retiro, más de 45 años hacen que las vides logren una fruta impresionante, vino
de pura expresión y armonía, frutas negras, higos, pasas, chocolate, humo. En
boca tiene entrada dulzona, y amplia. Son de esos vinos un tanto “gorditos”,
aunque las actuales cosechas ganaron en frescura y tensión.
Destaca sus taninos suaves, plenos y acidez correcta. El
final es largo y sabroso. Tengo una debilidad por los vinos así, más amplios en
boca, de recuerdos gratos y largos. Éste 2011 estuvo muy bueno y conocer la
variedad con un vino así hace que te enamores de la cepa.
Hoy Laborum evolucionó en todo sentido, está increíble, muy
bebible, fresco y con una potencia de calidad que lo destaca ente sus pares,
pero ese 2011 para mí fue maravilloso.
Hoy “Paco” Puga ya
está “metiendo mano”, así que acuérdense de ésta nota más adelante cuando
empiecen a salir sus vinos que van a hablar muy bien de ellos. Les aviso con
tiempo.
Finca Notables Tannat
Una gran apuesta de bodega El Esteco para mostrar el
potencial del Valle Calchaquí al mundo. Tener a una bodega tan grande e
importante en volumen de vinos como El Esteco
dedicada a sacar un Tannat de calidad Premium no es poca cosa. Y logra su
cometido con creces.
Color rojo rubí intenso, casi negro. En nariz es una paleta
de aromas frutados y especiados, se siente mora, canela, clavo, eucaliptus, café,
caramelo. En boca es súper equilibrado, tiene gran potencial de guarda y
evolución. Un vino para destacarse donde quieras llevarlo.
Supremo trabajo de Claudio
Maza y Alejandro Pepa para poner en
lo más alto al Finca Notables Tannat (Regional Trophy AWA 2016).
Domingo Molina Tannat
De la mano de una de las bodegas más arraigadas y
tradicionales de Cafayate, éste Tannat elaborado por el “Rafa” Domingo es una delicia. Correcto, de gran expresión tanto en
nariz como en boca es uno de los mejores Tannat para quien ya conoce la
variedad y quiere seguir conociendo, pero desde una mayor calidad.
“Rafa” supo pulir la rusticidad del Tannat año a año, dando
lugar a vinos redondos con carácter y de gran personalidad. En una opinión muy
personal, éste vino no encontró su techo todavía. Y lo dicen sus pares del
Valle, a quienes en cada consulta lo destacan como un gran vino.
Finca Decero Mini
ediciones Tannat
Digno representante mendocino de la variedad, el primero en
demostrarme que se da muy bien en otros valles de Argentina.
Desde Alto Agrelo, Mendoza, Finca Decero propone un vino más
fresco pero sin resignar tipicidad; sigue la madera domando sus aristas y
aportando más chocolate (el tannat desarrolla éste descriptor por si solo) y
vainilla, sin tapar la fruta negra y los especiados de pimentón.
Para tener muy en cuenta y comparar con sus hermanos de
distintos terroirs y comprobar que la uva Tannat se puede adaptar para brindar
buenos y expresivos vinos.
Hasta la próxima!!!