jueves, 10 de enero de 2019

La vertical de los sueños, Yacochuya



Siempre estuve obsesionado con esas degustaciones donde se prueban varias añadas de un sólo vino para ver como resultó en los diferentes años que pasaron y como el enólogo va adaptándose para sacar lo mejor de cada uno de ellos.
A veces, la bodega cambia el estilo por solicitud del mercado consumidor o por la moda que está vigente en cada época, o porqué no, por el cambio de la dirección técnica del equipo enológico mismo, que ya sabemos es una pieza fundamental en la elaboración del estilo de cada caldo. 
Así, el vino puede resultar muy distinto de un año a otro y poder compararlos todos juntos es realmente una gran experiencia. El objetivo de estas catas es comprobar tanto la calidad de conservación, como la capacidad de evolución de los vinos.

Cuando se prueban varias añadas juntas de un mismo vino, se denomina cata vertical y es lo que hicimos con uno de los vinos más referentes del Valle Calchaquí, el Yacochuya.
De la emblemática bodega de la familia Etchart, San Pedro de Yacochuya, el Yacochuya es el primer vino de alta gama que realizó en Argentina (y lo sigue haciendo) el prestigioso enólogo Francés  Michel Rolland en conjunto con Marcos Etchart (propietario de la bodega), un gran referente del Valle.
Todos reconocen la botella porque en su etiqueta lleva la firma del galo.
Para Marcos, el éxito de éste vino se debe a las añosas viñas de aproximandamente 100 años de antigüedad, y por supuesto a la mano de Michel, aunque YO afirmo que el que sabe acá es el propio Marcos, quién es el que está desde toda la vida sacando lo mejor del terroir.

Gracias a la locura de las personas con la que siempre comparto ésta pasión se pudo realizar la experiencia, y es que se trató nada menos que de 8 botellas del gran vino ícono, "donadas" de nuestras propias colecciones.
Empezamos la degustación de mayor a menor, es decir del más antiguo al más nuevo y el detalle va a continuación.


Yacochuya 2005 : El vino que abre la degustación siempre suele pagar por ello, a veces se lo menosprecia, pero éste caso fué todo lo contrario. Vivo en copa de color rubí oscuro casi negro, mostraba poca evolución en los tonos. En nariz fue una trompada de un boxeador de peso pesado, increíble, súper especiado, con algo de fruta bien madura y un carácter de vino de altura impresionante, fue el que me más me marcó la cancha. En boca pura potencia!! Se lo notaba con alcohol alto (16,5º) pero es propio de éste tipo de vinos. Mermelada de ciruelas y buena madera le daban una expresión única. No se puede creer éste vino.

Yacochuya 2006 : Éste 2006 estaba un poco más amable, sigue manteniendo las características anteriores pero se lo sentía mas redondo, para mí tenía algo más de evolución que el anterior. Los aromas de pimientos y tomillo le sumaban una exquisita complejidad. De nuevo algo de mermelada de higos y roble presente bien integrado.
Alcohol 16.3º.

Yacochuya 2007 : Para el grupo se presentó como el mejor hasta ese momento, evidentemente fue un gran año el 2007. Sigue manteniendo la columna de los anteriores, aunque es más frutado, higo, ciruela, pasas de uva. Fue el mas equilibrado, pura armonía sin resignar la potencia que lo caracteriza. Final largo y sedoso. Amable y de taninos firmes y agradables. Algo curioso es que la botella no declaraba el tenor alcohólico. Consultando a Marcos, me confirmó 15.3º

Yacochuya 2008 : Lo noté el más dulzón de todos, licoroso, de menos expresión y complejidad. El grupo lo sintió algo más evolucionado, notas de reducción que podría parecer algún defecto (sulfuroso), para mi estaba perfecto.
El más "simple" de todos, si es que le cabe el término. Insisto que si lo bebemos sólo así como estaba, es un vinazo, pero comparado con las otras añadas se opaco un poquito. Alcohol 15º

Yacochuya 2009 : Arrancó con notas de reducción también pero se le fueron en el acto y apareció un gran vino. Vuelve la potencia de las añadas anteriores como el 06 y 05. Ahora empieza a destacar la acidez. Muy bien plantado, éste 09 pide decantador o más tiempo en copa, está en un gran momento para beber. Alcohol 16.1º

Yacochuya 2010 : Casi un calco a la 09, pero con más suavidad, amable, más bebible. Si tengo que destacar algo fueron los taninos firmes y bien marcados, lo cuál lo hace diferente al resto a ésta altura de la cata. Fué uno de los  elegidos del grupo. Alcohol 15.4º

Yacochuya 2015 : No pudimos probar (por no tenerlos) los 11,12,13 y 14, pero en éste 15 la cosa cambia bastante. El vino se notó muy bien en nariz y boca, con notas de fruta más fresca, la potencia se va perdiendo aunque no ese "nervio" que le da la acidez. Está muy bien para beberlo ya, pero ganará en guarda seguramente. No sé si aguantará como el 05 que hoy está excelente, pero mejorará seguro. Lo sentí más fluido en boca, redondo, con buena acidez y gran balance. se nota más juventud. Alcohol 15.6º

Yacochuya 2016 : Baja un escalón respecto del 15, cerrado en nariz, demoró en expresarse. Otra vez aparece un vino potente, con marcada acidez y taninos firmes. Mermeladas a full, buena madera. Lo curioso para mi fue que con el tiempo decae un poco en boca, el más corto de todos. Se percibe como es lógico el más joven de todos. Alcohol 16º.

Foto robada a mi gran amiga Karina Galván
 


La experiencia de realizar una cata de semejante referente del Valle Calchaquí fué realmente excelente, las conclusiones que sacamos son las siguientes.:

_ Se pueden hacer grandes vinos con alcohol elevado sin que quede despegado de la estructura del vino
_ Yacochuya es un vino para guardar sin ninguna duda.
_ En todos los vinos se percibió una "columna vertebral" que denominamos ADN o Terroir Calchaquí.
_ El vino evoluciona realmente bien con la propuesta enológica que presenta la bodega.
_ El Valle Calchaquí está a la altura de los grandes vinos del resto de las zonas vitivinícolas de Argentina, y aunque ésto no es una novedad, siempre hay que destacarlo y merece más reconocimiento del que se le dá actualmente. 

Seguramente cada uno de los que participaron de la cata tendrán más conclusiones personales, es muy enriquecedor participar de una degustación así.
Un enorme párrafo aparte para el exquisito asado que se comió gentileza de Guillermo Fares, que de eso conoce alguito. 
Espero no sea la última, ya tengo en mente otros referentes de gran calidad y están en las gateras para cuando la locura nos convoque de nuevo.


Foto robada a mi gran amiga Karina Galván

Hasta la próxima!!




3 comentarios:

  1. No sabes lo contento que me pone ver que volviste al ruedo, y con qué nota! que envidia. Esta vertical es algo único. abrazo Silvio

    ResponderEliminar
  2. Fabulosa vertical de vinos fabulosos, saludos!

    ResponderEliminar
  3. Tremenda vertical!!! Tengo una 2.011 durmiendo en casa, con fecha de sentencia en julio 2020. Esta nota es una referencia maravillosa, pero ahora me mata la ansiedad...

    ResponderEliminar