NOA WINE TRAVEL Episodio I: La Conquista de Colomé

Otra vez los designios del vino me llevaron hasta Cachi, un lugar pintoresco, lleno de mística colonial y gente amigable, como la de cualquier comarca de fábula. Éste sería nuestro punto de partida para poder conquistar el paso a Colomé.

Lo complicado de la empresa es que a ésta altura del año el río que separa la localidad de Molinos con la bodega está crecido y en su cota máxima durante algunos días.

Habiendo hecho los contactos necesarios para poder concretar la visita, en la orilla opuesta nos esperaba el Sr. Racedo Aragón, gerente de viñedos, que dispuso para el cruce del río de una pala mecánica de considerables dimensiones.

Habida cuenta del porte de la maquinaria, el traspaso fue mucho más sencillo y en unos pocos minutos ya estábamos estrechando la mano de nuestro próximo conductor hacia el establecimiento.

Dos 4x4 nos llevaron raudamente por caminos de difícil geografía, sorteando nuevos ríos y pendientes.

Luego de pasar por los viñedos más antiguos que se conocen, arribamos al Visitor Center de la bodega, recibidos por el sommelier Pedro Aquino que con gran preparación nos hizo sentir como en casa, dispensándonos toda clase de atenciones durante nuestra presencia en el lugar.

A continuación, las tareas que marca el protocolo:

_Proyección de la película de bienvenida

_Elección del menú para el almuerzo

_Recorrido por la bodega

_Degustación

_Almuerzo

_Visita al museo James Turrel

Es que Colomé está tan bien preparado para recibir a la gente que se esforzó para llegar hasta allí, que realmente devuelve con creces todo el esfuerzo realizado.

Pero que sería de Colomé sin sus vinos, y aquí justamente hablamos de ellos.

En ésta oportunidad el Sr. Aquino nos sorprendió con 5 etiquetas que fueron un placer al paladar y una muestra verdadera de terroir de altura.

Para abrir la degustación se dispuso del Colomé Torrontés 2012. Un Torrontés como me gusta a mí, hermoso color amarillo pajizo/dorado, brillante y limpio, aromas de frutos tropicales, guayaba, melón, flores de azahares, miel. Todo es armonía en éste blanco, su paso por boca la llena de frescura y sabor. Tiene una acidez suave pero refrescante y es uno de los mejores Torrontés que conozco.

Para empezar con los tintos, lo hicimos con verdadera altura, ya que Pedro nos deleitó con una “horizontal” de malbec, todos 2010, de los diferentes lotes que componen a varios vinos íconos de la empresa. Así se armó un bonito debate en cuánto a los gustos de cada participante.

El primero en romper el hielo fué el “Colomé Lote Especial finca San Isidro.1700 msnm”, los nombres de las fincas hacen referencia al lugar y altura de donde provienen las bayas. Éste Malbec se presentó con una tremenda nariz frutal, ciruelas, higos y moras, también una madera bien integrada que aportaba chocolate y vainilla. En boca es de ataque suave pero con personalidad, es agradable y armonioso, con taninos suaves y acidez correcta. A la postre, fué el que más me gustó y lo defiendo a capa y espada!

El segundo en aparecer fue el “Colomé Lote Especial finca Colomé. 2300 msnm.” Un poco más austero en aromas que el anterior, éste tinto se notó más cerrado en nariz y boca, si bien tenía más mineralidad que lo hacía diferente, no llegó a expresar la tipicidad y complejidad del San Isidro, fue correcto de todas formas.

Por último abrimos el “Colomé Lote Especial finca El Arenal 2600 msnm.” Acá ocurrió algo parecido respecto del Colomé, un poco mezquino en nariz y boca, pero a diferencia del anterior, empezó con una evolución en copa que fue creciendo sin pausa hasta alcanzar una expresión fantástica al cabo de unos 20 min.

Nariz de frutos negros, arándanos maduros, mermelada de ciruela, tabaco, crema moka…al paladar era potente, firme pero fácil de beber.

Éste ocasionó un hermoso debate y terminó siendo el elegido de mis compañeros de mesa. Para mí, San Isidro.

 Fui el único en elegirlo y quiero argumentar mi elección.

Al principio, la decisión era unánime, es decir todos habían elegido “mi” vino y es que expresa mejor la tipicidad del malbec respecto de calidad de aromas y sabor. Creo que es la puerta de entrada para seguir con algunos más complejos como es el Arenal, más mineral y complicado.

En el San Isidro, el alcohol se siente un toquecito menos y quizás tenga menos acidez, lo que lo deja un poco dulzón, apenas diferente de los otros.

A favor de el Arenal debo decir que se sostiene más tiempo, pero…¿¿cuál dura más de 1 hora en la mesa??

Si a cada uno de los vinos Ud. lo prueba por separado, o en una reunión, alguien tiene la bondad se destapar alguno de éstos terroirs, no tenga duda que estarán bebiendo una joya de la vitivinicultura de gran altura. Los tres están más que correctos.

Por último nos quedaba por probar el “Colomé Estate 2010”, blend donde predomina el Malbec con aportes mínimos de Tannat, Cabernet Sauvignon y Syrah.

Sin dudas que fue el mejor de los tintos, pero éste estaba alejado del debate anterior.

Lo que nos pareció es que al igual que el Arenal, debe descansar en copa para expresar todo lo que tiene, y que es bastante, por cierto.

Su armonía de frutos negros y rojos y el aporte del roble se ven reflejados en un buen vino, con taninos redondos, buena acidez y gran recuerdo en el paladar.

Dicho lo propio respecto de los vinos, procedimos al almuerzo perfectamente preparado y maridado con lo que quedó de la degustación.

Al concluir, las nenas al cine a ver “Valiente” y nosotros al museo de luces James Turrel ( no se permiten menores de 12 años en el museo).

La experiencia Colomé estaba completa, logramos hacer todo y nos sobró tiempo para una picadita extra de quesos y “Lote Especial Colomé Misterioso”, un rico blanco elaborado con vides antiguas de las que no se sabe bien su variedad, ya que fueron plantadas entre plantas de uvas tintas hace ya mucho tiempo.

Creo que el trabajo del grupo Hess Family es tremendo en el valle, ya sea por los vinos que hacen, como lo que ofrecen para el visitante, recomiendo ampliamente vivir ésta experiencia, no se van a arrepentir y van a querer regresar por más.

Así conquistamos el paso a Colomé, episodio I del  NOA WINE TRAVEL.

¡¡Muchas gracias!!

To be continued.

Silvio Martinelli

Sommelier

Agradecimientos especiales: Sr. Marcelo Maizelman, Sr. Racedo Aragón, Sr. Javier Grané y Sr. Pedro Aquino.

FELICITACIONES POR TAN BUEN LABURO!!!