lunes, 1 de julio de 2013

Todo el año es...CRUZAT !!




 Cuando se habla de espumantes o Champagnes, en el mejor de los casos, inmediatamente se los relaciona con festejos, triunfos y buenos momentos. Éstos vinos son sinónimo de alegrías y grandes satisfacciones.
¿Alguien se imagina un campeón de F1 descorchando un vino tinto y arrojándoselo a sus compañeros de podio? ¿O al dueño de un costoso yate reventando una cerveza en el casco de su costosa unidad para su bautismo?
Es que las burbujas tienen ese glamour que nadie más te lo puede dar, son los reyes de las bebidas y los dueños de toda prestigiosa fiesta.
Pero justamente todo lo antes descripto es lo que le juega en contra a la hora de elegir la bebida que nos acompañará durante toda la noche.
Se los utiliza para la recepción, correctamente, o para el brindis final, pero se desconoce la adaptabilidad en cuestión de maridaje que tienen.
A mi considerar, por su complejidad en aromas y sabores, por la fineza y cremosidad de su "perlage" como también por la correcta acidez que le da frescura, un buen espumante acompaña de principio a fin cualquier desafío gastronómico de calidad.
Todavía recuerdo la primera vez que combiné espumantes con quesos, sobre todo el Camembert y el Brie, quedé fascinado con los nuevos sabores que se abrían en mi boca al mezclarlos.
Haciendo justamente lo que propongo en ésta nota, nos juntamos el grupo de sommeliers que habitualmente participamos de todos los lanzamientos y novedades del mercado.
¿Los elegidos ésta vez? Lo que a mi criterio creo que son uno de los 3 los mejores espumantes del país, los CRUZAT.
Me dio mucho gusto ver como se agiornaron a partir de la última cosecha, cambiando el diseño de etiquetas y simplificando el nombre a la palabra CRUZAT exclusivamente.
También lanzaron en un segmento inferior a los cuveé reserve una línea tradicional, que a diferencia de la anterior, el vino reposó menos tiempo sobre lías o levaduras muertas.
Los espumantes CRUZAT  CUVEÉ RESERVE son creación de don Pedro Rosell, palabra autorizada si las hay en la materia. Son elaborados con el método tradicional o champenoise y tiene tres productos, nature, extra brut y rosé extra brut. Los varietales utilizados son exclusivamente Chardonnay y Pinot Noir, como corresponde a un señor francés.


La propuesta fue maridar una "fritatta di mare" y algo de sushi con los tres cuveé reserve de la familia e ir apreciando que entregaba cada uno en cada bocado
La elección de los productos fue: Rabas a la romana, langostinos empanados, bastones de atún fresco fritos y un delivery de sushi de gran calidad de los amigos de Sushifeel. A los típicos cornalitos los dejamos para otra ocasión.
Mientas se sucedían las tablas con los mariscos y el sushi , las opiniones de los sommeliers no se hicieron esperar, en concordancia con ellos, destaco la calidad a la que nos tiene acostumbrado Don Pedro con sus CRUZAT.
El NATURE fue el que rompió el hielo, cítrico y elegante, se percibía perfectamente las levaduras características de su método de elaboración. Su frescura y cremosidad en el paladar limpiaba perfectamente la grasitud de las frituras. Combinación perfecta para los bastones de atún y las piezas de sushi con palta y algas nori.




El EXTRA BRUT le siguió en el camino y no defraudó en absoluto, de perfil más amable por su composición de azúcar, lo sentí más floral y frutado, almendras y nueces con la típica cáscara de pan tostado lo hacen súper atractivo y destacado. Llena la boca con su mousse y pasa fácilmente marcando una correcta acidez.
Ideal para los langostinos empanados, las rabas y las piezas de sushi con Philadelphia, Kanikama o los cubiertos con crema de maracuyá




Para el final dejamos el ROSÉ EXTRA BRUT, mi preferido, aquí la mezcla de aromas de pomelo rosado, frutilla y ananá son fantásticos, en la boca es todo placer, entrega fielmente lo antes mencionado sumando la complejidad de esa “croissant” tan particular y única.
El final tiene retrogustos de fruta fresca y ácida y recuerda a las cerezas y peras.
Se casó de maravillas con las piezas de sushi de salmón ahumado, salmón rosado y pulpo. Con los bastones de atún fresco y frito se pasó un cachito, pero con la mayoría de las variantes de sushi lo disfrutamos mucho.





Con CRUZAT descubrí que le debo prestar especial atención a los rosados, muchas veces probé bodegas donde tienen mejor resultado que sus hermanos brut, extra brut, etc.
Dimos cuenta de los mariscos, el sushi y el atún comprobando una vez más que los espumantes y el mar se llevan de maravillas, pocas cosas logran un casamiento tan notable como éstas dos.
Como sugerencia adicional, les propongo que prueben éstos vinos también con : Quesos blandos y semiduros de vaca, cabra y oveja, carnes de cerdo, aves de corral y de caza, pescados de mar y algunos de río como el pejerrey, trucha, salmón, frutos secos y hasta chocolates.
Realmente es una bebida súper adaptable que los acompañará de principio a fin durante toda la velada, como dije al principio.
En definitiva, el mensaje es que más allá del calendario o el festejo de cualquier índole, adopten los espumantes para todo el año, no se van a arrepentir, y si son CRUZAT, mejor, de lo contrario se estarán perdiendo experiencias muy placenteras.




Salud y hasta la próxima!!


1 comentario:

  1. Muy bueno Silvio, acertada experiencia, por la época del año (no solo en verano hay que tomar espumante) y por el acompañamiento gastronómico. El rosé también es mi preferido de los Cruzat, que son todos de gran calidad. Saludos!

    ResponderEliminar